DINASTIA NUMENESSË
HÚERFANOS DE WORDOR
En medio de la noche oscura, entre la opaca niebla, una sombría silueta se posa en los antejardines de una antigua mansión ubicada en Francia; está vieja construcción oculta grandes secretos que muy pocos saben.
Actualmente viven allí unos huérfanos de, que han tenido que padecer el dolor de perder a sus padres a causa de terribles enfermedades ocasionadas por un extraño virus el cual aun no se ha podido descifrar pero el cuál es muy peligroso y contagioso.
Los sustitutos encargados de este lugar son Ireth y Sindanárie; de gran personalidad y con infinidad de cualidades y valores, vago su poder está 3 jóvenes; Eámane, Rúmil y Faelivrin, y 4 niños; Lenwe, Finwe, Nessa y Lúthien, todos grandiosos y de grandiosas mentes.
Este selecto grupo sobresale ante todo por su trabajo en equipo, han vivido felices en esta vieja mansión durante los últimos dos años; pero un infortunio del destino los hará vivir una aventura que nunca se hubieran podido imaginar, en la cual necesitaran más que amistad para poder superar las adversidades que están por su suceder.
LA SILUETA DE FUEGO Y LA PLUMA DE ORO
Mientras todos dormían pasivos en sus aposentos, un extraño acontecimiento sucedió; en los antejardines; el ruido de pasos lentos y fuertes incomodan los sueños de los huérfanos, quienes curiosos por saber de que se trata bajan al gran salón; desde donde por una gran ventana con cortinas de color rojo pasión, observan una figura entre la niebla; con la forma de un ave de fuego la cuál con su luz ilumina vivamente los rostros de los niños. Estos al darse cuenta de que está les observa; dejando caer las velas en el suelo; las cuales con el frío viento se apagan y salen corriendo hacia la habitación de Ireth y Sindanárie; quienes exaltados por los agitados respiros de los niños; tratan de calmarlos para poder comprender que los a puesto en tan critico estado. Los niños cuentan lo que han visto.
Tan solo ha sido un sueño – digo alterado Sindanárie – calmecen por favor y vuelvan a dormir.
Pero es cierto hay una ave muy extraña hay afuera – Grito Lenwe – No mentimos.
Hagan lo que Sindanárie les dice solo a sido un sueño – Digo Ireth.
No ha sido un sueño – Grito Nessa – Por que no miran y se dan cuenta.
Será mejor que vuelvan a sus camas – Trato de confirmar Sindanárie; mientras miraba por la ventana de su habitación, mientras los acompañaba al pasillo de las escaleras.
Pero no es verdad, no ha sido un sueño – repitió Lúthien.
Está bien – susurro Ireth tratando de calmar a Finwe el menor de todos – posiblemente fue la sombra de una paloma; mañana habrá tiempo y luz para mirar.
Los niños volvieron a sus camas, y al otro día madrugaron para revisar el ante jardín, pero todo lo que encontraron; fue una pluma dorada. Esto llamo tanto la atención de Ireth, que averiguo todo lo que pudo relacionado a aves de fuego; pero le fue imposible creer que un ser mitológico pudiese haber estado en su hogar.
EL AVE DE FUEGO
Esa noche, la luz que reflejaba esta silueta brillo más fuerte que la noche anterior; despertando de nuevo a los huérfanos. Esta vez Faelivrin propuso llamar a Ireth y Sindanárie, el y sus amigos fueron con rapidez a la habitación de los sustitutos y con su compañía bajaron al gran salón, donde lograron apreciar aun más claramente la forma de una ave; grande, sumida en fuego sin extinguirse, con plumas de bellas formas y ojos de amarillos y penetrantes.
Solo una mirada fue suficiente para que está ave captara la atención total de quines la miraban, haciendo que sus mentes se durmieran; quedando sus cuerpos bajo el mandato del ave de fuego, está los hizo seguirla por un viejo y estrecho sendero; conduciéndolos a un viejo y abandonado cementerio, tan grande como un laberinto en el cuál han sido encerrados.
A la mañana siguiente, los huérfanos y los sustitutos despertaron, sus mentes querían estallar, pero su temor era tan grande que se los impedía, fue tal su sorpresa; que estaban acostados en círculo por edad de derecha a izquierda; Sindanárie, Ireth, Faelivrin, Rúmil, Eámane, Lúthien, Lenwe, Nessa y Finwe, en el centro sobre un atril un viejo libro de color púrpura y un sello de oro, al rededor de ellos 9 velas de distintos tamaños de color amarillo; cada una el nombre de cada uno de ellos.
Todos se levantaron y pudieron observar que estaban en un lugar con paredes rocosas, una cúpula de vidrio con inscripciones en un lenguaje desconocido, está cúpula se divide en siete partes; cada una con un animal mitológico y un protector.
Al abrir la antigua y ruidosa puerta de madera de acebo con chapas de plata, pudieron darse cuenta que se encontraban en unas ruinas ubicadas en medio de un cementerio y lo que parecía ser una ciudad.
LAS RUINAS DE LA TIERRA MEDIA
Al salir de esta antigua capilla, Ireth tomo el libro del atril y trato de abrirlo; fallando en su intento, se detuvo a observar detalladamente la puerta en la cuál hay un tribal inscrito; en el encuentra la forma de una llave la cuál trato de sacar de la puerta; al no lograrlo Sindanárie no se dejo vencer y después de grandes esfuerzos logro sacarla e intentaron utilizarla con el libro; logrando abrir el sello.
Al abrirlo encontraron inscripciones antiguas como las que había en la capilla, de alguna forma empezaron a interpretar lo que decían sin saber como ni por que, excepto Sindanárie e Ireth; puesto que nunca antes las habían visto. Rúmil leyó – cuatro hijos y tres hijas del antiguo emperador Numenessë volverán a su tierra natal y gobernaran eternamente, pero tendrán que encontrar sus destinos, su momento llegara pero ellos no sabrán cuando será, pues fueron separados y solo las ruinas reconocen quienes son en verdad.
Ireth; esto es absurdo, no te parece – digo Sindanárie – por que no dejas de inventar Rúmil. Será mejor buscar donde asentarnos mientras encontramos la salida y el camino de vuelta a casa; no pienso dormir en este lugar. Todos se fueron y en una pequeña casa de paga durmieron esa noche para al otro día emprender un viaje, largo, corto, duro, fácil; nadie sabe lo que les aguarda.
DESCUBRIENDO EL IMPERIO
En la mañana siguiente se despertaron muy temprano y emprendieron un viaje, tres horas caminando por un bosque; cuando ya parecía no haber ninguna esperanza encontraron un gran imperio, descuidado llamado WORDOR, durante su recorrido por este lugar debieron enfrentarse a la adversidad de sus destinos donde fueron puesto a prueba, muertos de hambre y sed encontraron un lago; pero al tomar agua lo hipocampos no lo permitieron, Nessa canto una bella melodía que le enseño su madre y así convenció a lo hipocampos de que les dejaran tomar agua.
Por unos instantes Lúthien se separo del grupo y se hizo amiga de unas ninfas, las cuales le ayudaron a conseguir comida para ella y sus amigos, todos descansaron y acamparon allí esa noche.
Durante la noche, un dragón los ataco, todos se ocultaron en una cueva cerca de allí pero Finwe se había quedado solo, cuando se dieron cuenta era demasiado tarde, Sindanárie quien había tomado una espada en la casa de paga salio y enfrento al dragón pero este le golpeo con la cola cegándolo inmóvil, de la cueva despertaron unas criaturas de color rojo, con cara de humano, cuerpo y pelaje de león y alas, las cuales furiosas por quienes habían invadido su hogar los atacaron.
Faelivrin, se acerco a las manticoras y tratando de hablarles mientras se inclinaba ante ellos les pidió disculpas en nombre de todos, con esfuerzo y valentía logro calmarlos, luego trato de montarlos y aunque no fue fácil lo intento varias veces hasta lograrlo, voló sobre la manticora de forma que ataco al dragón pero este los derroto con una gran llamarada de fuego, Finwe se acercó al dragón el cual se poso sobre y lo miro, Finwe lo abrazo y este lo envolvió entre humo de su boca, todos tristes por lo que el dragón le haya podido hacer a Finwe cayeron en llanto. Después de un gran tiempo el humo se deshizo y pudieron ver como Finwe estaba montado en la cabeza del dragón, al verlo todos se sorprendieron; y alegres de que Finwe estuviera bien se acercaron al dragón.
Siguiendo su camino se encontraron con arpías, las cuales con sus enormes alas enviaron plumas afiladas al dragón y a Rúmil, el dragón callo herido y Rúmil enfurecido tomo rocas del suelo y las lanzo con todas sus fuerzas a las arpías; una de ellas callo y Rúmil la tomo de las alas proporcionándole dolor, está le suplico perdón y el después de meditarlo cumplió la petición a cambio de que estas cuidaran de ellos. El ave de fuego apareció de las ruinas y curo el dragón y se desapareció entré humo.
Eamane y Lenwe, se separaron del grupo y entraron en un antiguo coliseo de roca; en el dejaron volar su imaginación, de repente un grupo de minotauros envistieron a estos dos; los cuales se ocultaron es una vieja carreta, Lenwe tomo una soga y Eáname logro con esta ahorcar a uno de los minotauros, así hizo que este empujara la carreta y Lenwe con un arco que había allí; derroco a tres minotauros sin necesidad de dolor. Del cielo bajaron unos pegasos, en uno de estos se monto Lenwe; y así Lenwe y Eámane salieron del coliseo donde sus amigos; estos se sorprendieron al ver como Eámane había logrado tener poder ante los minotauros y Lenwe volar un pegaso. Ireth y Sindanárie sorprendidos de estos acontecimientos pidieron seguir el camino,
IRETH Y SINDANÁRIE
Al llegar al centro del Imperio encontraron en la plaza una gárgola, esta despertó de su profundo sueño y les digo – Los he esperado por mil siglos y por fin han regresado a su verdadera tierra, aun hay muchos secretos por descubrir, y su pasado deben conocer.
Ireth respondió – que secretos.
Aun les aguardan cosas por saber y Sindanárie e Ireth también deben saber. – Digo la gárgola.
¿Saber que? – pregunto Sindanárie sorprendido.
Ustedes vivieron en este Imperio hace siglos pero, tras la muerte de los reyes este lugar fue destruido y abandonado, Su reencarnación no fue coincidencia; su misión fue cuidar de todos ellos por este tiempo y ahora que han vuelto; su misión es ayudar a que ellos encuentren su destino y conozcan su verdad – Digo la gárgola y volvió a su estado de piedra.
Todos quedaron inmóviles ante las palabras de la gárgola, después de lograr salir de este transe entraron en el palacio real.
PRINCIPES DE NUMENESSË
Al entrar en la vieja y abandonada construcción, solo pudieron pensar en comer y descansar, por ello organizaron y limpiaron un poco el comedor y las habitaciones, gracias a las ninfas consiguieron comida, a los hipocampos agua, al dragón fuego y después de comer durmieron en un gran salón; ya que nadie quiso dormir sólo en este lugar.
Al otro día; despertaron y descubriendo los secretos de este palacio; encontraron una habitación totalmente cerrada y solo con cojines y una vieja mesa con un libro sobre ella; parecía ser el único lugar en todo el Imperio que había sido cuidada. Entraron y al cerrarse la puerta; esta se desapareció, todos se sentaron y cayeron en profundo sueño. Rúmil se acercó al libro y abriéndolo leyó – Wordor es un Imperio que cae, su enemigo Amras lo a destruido, la dinastía Numenessë a sido derrocada; por ello oculto a mis descendientes para que vuelvan y reconstruyan este lugar después del tiempo necesario para que Amras sea destruido totalmente. – parecía el fragmento de una carta, serró el libro y cayo en transe junto a sus amigos.
Mientras dormían, el libro se abrió y unió las mentes de todos en un solo sueño.
El Imperio era más bello de lo que pudiesen llegar a imaginarse, todos despertaron en aquel cuarto y salieron de el, tenían puestos trajes coloniales; grandiosos y brillantes, y coronas de plata. Llegaron al gran salón y en este pudieron observar a sus padres; el rey Fúfalas Numenessë y la emperatriz Larien Hamwich de Numenessë. Amras era un Soldado muy conocido; pero muy traidor, dio oscuridad e infernalidad al Imperio de Wordor; destruyéndolo, Amras asesino a los reyes de este Imperio; fue así como comprendieron el verdadero pasado de todos ellos. Los huérfanos eran hermanos; todos hijos de los reyes; eran los príncipes Numenessë, Ireth y Sindanárie eran los más fieles ayudantes de los reyes y quienes tenían a su cargo a los príncipes.
Es por está razón que los príncipes fueron separados y sus protectores recordaron su misión, gracias al mago Elensar fueron enviados al futuro para ser salvados de Amras, y ahora mil años después han vuelto para hacer renacer Wordor.
En realidad nunca estuvieron en un mundo normal, su recuerdo estuvo preservado en el libro de la mansión en la que vivian, eran espíritus que no sabían su verdad por protección; pero ya es tiempo de volver a su tierra y ayudarla a ser de nuevo un gran Imperio.
EL REGRESO DE AMRAS
Su recuerdo ha vuelto y mostrado su triunfo e inmortalidad, pero no fueron los únicos en salvarse, el recuerdo de Amras vive con ellos y solo gracias a la ayuda de sus amigos lograrían luchar.
Ellos tuvieron el apoyo de minotauros, arpías, manticoras, pegasos, dragones, hipocampos y ninfas. Amras de su parte lucho con la ayuda de golems, leviatanes, orcos, ogros, troles, hidras y cíclopes.
Los minotauros con su fuerza en medio de una gran disputa en los bosques de Wordor destruyeron a los cíclopes; quienes débiles por tal lucha cayeron sin piedad, las arpías con sus plumas filosas y de gran tamaño desde lo aires sin temor se enfrentaron y cortaron las hidras las cuales mostraban sufrimiento en cada lagrima de sus cabezas que no soportaban la guerra, las manticoras con sus colas en las cuevas oscuras tras grandes esfuerzos triunfaron sobre los ogros que lucharon hasta su ultimo aliento, los pegasos surcando los aires con sus majestuosas alas y su brillo celestial atacaron a los golems que en las montañas trataron de refugiarse pero les fue inútil, los dragones con sus grandiosas llamaradas incineraron a los orcos; feas bestias que algún día fueron elfos de Wordor peor que Amras atemorizo y transformo de forma horrorosa, los hipocampos en los mares y lagos lucharon sin cesar contra los majestuosos leviatanes protectores de una antigua civilización; con horror los leviatanes cayeron en el fondo del mar tras una exhausta lucha con los hipocampos, las ninfas con su sabiduría e intelecto expulsaron de sus tierras a los troles de la montaña quienes se marcharon atemorizados del gran poder que poseían estos príncipes a pesar de ser muy jóvenes pero que superan a Amras rey de la oscuridad.
Una gran lucha en la cual la luz triunfo y la oscuridad fueron opacadas por el poder de Wordor. Finalmente Amras se enfrento a los príncipes quienes con valentía lucharon, los poderes del agua, la tierra, el aire y el fuego lograron destruir la oscuridad de Amras. Los príncipes tomaron el espíritu de Amras y lo encerraron en un medallón, dentro de una caja, encadenada dentro de una tumba de roca, bajo la capilla; de tal forma que nunca pudiera regresar y nadie pudiera ayudarle a revivir, bajo un poderoso hechizo de Elensar quien volvió de la maldición de Amras que lo había mantenido muerto por tanto tiempo. Con la esperanza de dar paz eterna a Wordor,
EL IMPERIO DE WORDOR
Los príncipes han vuelto, cada uno cuida de una criatura; poderosos seres protectores del Imperio, con la ayuda de sus protectores y el hechicero Elensar, en su tierra de elfos, han descubierto su destino y lo cumplen haciendo de Wordor un Imperio lleno de grandeza y riqueza que vivirá eternamente por los siglos y con el poder de la luz; no volverá a padecer ningún mal.
Ahora estos príncipes son elfos inmortales y reinaran juntos el Imperio de Wordor.
EL DESTINO DE CADA SER PUEDE HALLARZE MÁS HALLA DE LO PENSADO, ENCUENTRA EL TUYO Y VIVELO, REINA TU IMPERIO; REINA TU VIDA.
Legolaz Elros - Hufflepuff
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